Monagas:
Leyenda de la Laguna de Ipure: Era antiguamente un manantial donde los aborígenes iban a buscar agua. Cierto día dos niños que fueron en busca de agua a la laguna se encontraron con una culebra y ésta se tragó a uno de ellos. Cuentan que al brujo de la comunidad enterarse de la noticia, hizo un conjuro y logró sacar a la culebra de las profundidades del agua. La abrió por la mitad para sacarle el cuerpo de la niña que se había tragado y los padres se llevaron el cuerpo de su hija sin vida para velarlo. Cuando regresaron al lugar donde el chamán había abierto a la culebra, vieron que ésta no estaba y, que en su lugar, se encontraba otra laguna, la cual fue llamada Lagunita: Esta leyenda es la que dio lugar al baile tradicional la Culebra de Ipure.
El Tigre Palenque: Se trata de un gigantesco tigre bañado en llamas que aterra a quienes lo ven. Se dice que es invocado por una persona que hace un pacto con el diablo a fin de conseguir dinero y fama. Antes de acudir el tigre palenque al llamado del creyente, se pueden sentir fuertes vientos en el poblado, a manera de tormenta; y se oyen cadenas como si se estuviesen reventando. Cuando el creyente termina de hacer el pacto, despide al demonio, pero cuando lo hace no debe voltear a mirar, pues si lo hace entonces verá unas imágenes que nunca se borrarán de su mente.
Sucre:
La leyenda de la laguna de Capuchino: La laguna quedaba cercana a la orilla del camino, que venía desde Cariaco, capital del Municipio Rivero hasta San José de Areocuar. Los caminantes de esa época, paraban allí para descansar y darles de beber a sus bestias. Se cuenta que un padre capuchino que venía desde Cariaco e iba hacia San José, se paró a orillas de la laguna para darle de beber a su caballo, de pronto, la laguna se llenó ahogando al padre y su caballo. Desde entonces se comenta que cuando una persona se acerca a la laguna haciendo mucho ruido, dentro de ésta sale un sonido semejante a agua hirviendo y de piedras golpeándose entre sí. Algunos pobladores cuentan que han visto de noche una luz incandescente que sale del fondo de la laguna y se refleja en el cielo. Este fenómeno es denominado pinpollo de oro. Las personas que viven cerca cuentan que hace diez años unos geólogos descubrieron azufre en ella.
Anzoategui:
Leyenda de la poza del Temblado: En ella han muerto ahogadas varias personas debido a la profundidad de sus aguas y a los ataques de los tembladores o anguilas de río. Se dice que en época de lluvia los bañistas no deben acercarse a la poza porque el temblador madre hunde a las personas hasta el fondo de las aguas sin dejarlas salir.
Leyenda de las Ánimas del Puente de La Magnolia: Existe un puente conocido como puente de La Alfarería o de La Magnolia, pero que también recibe el nombre de puente de Las Ánimas, pues supuestamente en las tardes o en las madrugadas, cuando hay neblina, se ve gente pasar, así como se oyen voces y gritos. Se dice que el puente está habitado por almas en pena que avisan cuando va a ocurrir algún fallecimiento o para evitar que éste ocurra. Vecinos escépticos del sector creen más bien que los gritos son producidos por los obreros de la alfarería que salen del trabajo a altas horas de la noche.
Nueva esparta:
El quemado de Los Robles: Cruz Cucho Mago fue víctima de quemaduras de tercer grado al manipular gasolina de manera imprudente una noche decembrina. Por tal hecho fue recluido en el hospital de Porlamar. Sus lesiones despedían gran fetidez y fue retirado a su residencia. Atendiéndolo con urgencia, un especialista, que no poseía los elementos necesarios para atenderlo, esterilizó dos bombas Flit, que era como se le llamaba a las bombas donde se envasaban los insecticidas. Con estas le aplicó un tratamiento, con el que a los dos meses Cucho se encontraba totalmente curado, mejoría que este hombre le atribuyó al Cristo del Buen Viaje.
El ciclón, Leyenda: El 28 de junio de 1933 empezó a llover arreciando con ráfagas de vientos fuertes, por lo que la gente gritaba sorprendida e invocaba a la Virgen del Valle. A las seis de la mañana toda la isla estaba envuelta y era azotada por uno de los ciclones más poderosos ocurridos en la zona. Los pueblos más afectados fueron la península de Macanao, Porlamar, Juan Griego y Pampatar. El ciclón dejó varias pérdidas humanas y materiales en la región. Entre las historias surgidas por este fenómeno natural destaca una que cuenta que el viento lanzó la lancha de Susano Suárez contra las olas y esta quedó intacta al pie del cerro. Aseguran que esto fue un milagro del Cristo del Buen Viaje. Otro de los acontecimientos que más revuelo causó en la población fue un naufragio de una balandra de Juangriego denominada Palmira, la cual por no tener permiso del gobierno de Gómez para desembarcar fue atacada por el vendaval, falleciendo todos sus tripulantes.
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