Leyenda de la Quebrada de Parra: Cuentan que en la Quebrada de Parra corrían dos corrientes de agua: una de agua salada que pasaba por el sector Los Higueros y era llamada "Quebrada Alta"; otra de agua dulce que pasaba por el sector El Guayabal y se conocía como "Quebrada Baja". El nombre de la quebrada se colocó en conmemoración a Alonso Parra, personaje importante de la región. Ésta es muy famosa ya que sobre ella se han tejido muchas historias legendarias. Una de ellas narra, que de sus aguas sale una mujer que invita a los transeúntes de la zona a que se acerquen hacia ella y, cuando lo hacen, los espanta abruptamente.
Los Duendes: Los lugareños los describen como pequeños hombrecillos vestidos de color ocre y con grandes sombreros, quienes invitan a los niños a jugar o se llevan a las mujeres mientras duermen y se enamoran de ellas. Se llevan a las personas a lugares llamados "encantos" en donde las personas pierden el espíritu y quedan sonámbulas. Hay varios sitios asociados a la presencia de duendes, tales como, la peña de los Duendes y la cueva de Higuerón. Sobre estos se tejen diversos relatos de personas que han sido asustadas por extraños ruidos y siniestras apariciones. Los residentes de la zona creen que estos seres sobrenaturales son protectores de los lugares en donde habitan. Muchos de ellos van a los lugares mencionados y celebran ritos en los que les hacen ofrendas, fuman tabaco y prenden velas en su honor.
Leyenda de la cueva del Viento: Cuentan los niños del poblado que al llegar a esta cueva se escucha como si el viento se encerrara. Afirman que este sonido es parecido al de una tura y, por eso, le llaman la cueva del Viento. Cuentan también que toda persona que llega hasta la cueva no encuentra el camino de regreso y que la única forma de encontrar la salida es colocándose la ropa al revés. Igualmente, se dice que hace muchos años los indígenas entraban a la cueva y salían a otro caserío, pero que al pasar de los años la entrada se ha ido cerrando. Hoy en día el hueco es pequeño, pero sigue entrando el viento y cuentan que al lanzar un papel por la entrada, la cueva se traga el papel al succionar el aire.
Leyenda de la cueva del Viento: Cuentan los niños del poblado que al llegar a esta cueva se escucha como si el viento se encerrara. Afirman que este sonido es parecido al de una tura y, por eso, le llaman la cueva del Viento. Cuentan también que toda persona que llega hasta la cueva no encuentra el camino de regreso y que la única forma de encontrar la salida es colocándose la ropa al revés. Igualmente, se dice que hace muchos años los indígenas entraban a la cueva y salían a otro caserío, pero que al pasar de los años la entrada se ha ido cerrando. Hoy en día el hueco es pequeño, pero sigue entrando el viento y cuentan que al lanzar un papel por la entrada, la cueva se traga el papel al succionar el aire.
Estas son unas de las importantes de el estado Lara
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